jueves, 27 de octubre de 2011

Y parece que fue ayer

Que increíble, que maravilloso sentimiento. Ver tu carita en media luna después de varios meses sin saber nada de ella me ha llenado de alegría y vida.
Tus ojillos verdes miran fijamente a la cámara, puedo ver aun en fotografía ese sentimiento que surge en tu interior en ese preciso instante, tu curiosidad tan grande como grande es el mundo y grande es el montón de cosas que te quedan por descubrir reflejada en esos preciosos e inocentes ojos esmeralda. Tienes los ojos de tu mamá.
¿Y que decir del gorrillo que cubre tu cabecita y que potencia aún más si cabe ese aura de inocencia? ¿Qué decir de la expresión de tu cara? ¿Qué decir de tu mirada, de tus gestos, de todos esos pequeños detalles que se me vienen a la cabeza cuando veo la fotografía que me acaban de mandar?
Y parece que fue ayer cuando naciste, con tu cabecita redonda, tus ojos muy abiertos sabiendo que aquí fuera todos esperábamos con gran ilusión tu nacimiento y que, aunque no estuviera ahí, en ese momento me prometí cuidar de ti y mimarte cuando te hicieras mayor y empezaras a enfrentarte al mundo.
Solo con dos años y ese mirar ya tan hechicero, con la serenidad de tu padre y la mirada de tu madre.
Eres un milagro de la naturaleza.

Feliz cumpleaños con atraso.

domingo, 23 de octubre de 2011

Escala en gris

Terminar el día laboral, andar por las calles abarrotadas de vidas y entrar en una casa con olor a desprecio. Andar por un pasillo con color a odio y entrar en tu habitación, un remanso de paz. Un remanso de paz marcado por el odio, la indiferencia, el desprecio, las risas crueles y las palabras destinadas a herir cual manchas en pared.
La habitación, blanca al inicio de mi infancia, se ha ido tiñendo de tonalidades de gris según comprendo que no solo no me va a querer, si no que hay veces que ni siquiera me considera su hija. Odio y desprecio que se reflejan en mi mirada tranquila y, quizás, algo triste.
La niña que fui se disolvió en lágrimas de amargura y soledad, ahora solo queda una sombra de lo que fui, un recuerdo difuso de la inocencia, una lágrima pintada con rimel en la mejilla.
Y no es debido a fuerza o fortaleza, siquiera a valor ni tampoco desesperación. Es el sentimiento de total dolor que sientes al pensar que puede ser que alguien llorase tu muerte.

lunes, 10 de octubre de 2011

Caminar

Camino bajo el neón en una ciudad que me invita a caminar hasta mi camino perder y ya no saber volver.

Cambios

Apoya la mano en el cristal deseando que todo sea como fue o que, al menos, el tiempo se pare y jamás avance más allá del momento en el que soltaron sus manos una noche de viento y lluvia con sabor amargo.
No podría asegurar si habían pasado minutos, horas, días o meses desde aquel momento, pero si que estaba segura de que para ella, en su pequeño e infinito universo, el tiempo se había parado momentáneamente.
Y más tarde volvió a fluir. Mágicamente quizás o tal vez fue obra del destino, que reunió dos almas gemelas...tan dispares, pero iguales; tan distintas y sin embargo tan compatibles.
Y el mundo cambió, tal vez no para el resto del mundo, pero si para ellos dos.

jueves, 6 de octubre de 2011

Amanecer

Amanece. Si, amanece, simplemente sale el sol otro día más. La poca luz que entra por la persiana parece ser la suficiente como para teñir mi pálida piel del color de la sangre.
Me gusta que amanezca. No, no es que me guste el amanecer en si, solo me gusta el echo de que amanezca.
Si, es raro, pero hay veces, cuando la soledad me abruma, que dejo ligeramente abierta la persiana solo para saber que amanece.
Y eso, que amanece. Bueno, ahora no, pero suele hacerlo; quiero decir, suele amanecer. Al menos todos los días una vez al día debería amanecer. Si no, preocupate.
 

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